Bueno, como ya comente en anteriores post voy a ir contando poco a poco las aventuras y desventuras que han ido ocurriendo durante estos 21 días de viaje por Japón. Así que sin enrollarme mucho mas voy a empezar a contaros lo que aconteció durante el viaje de ida hacia Japón.
Tal día como el día 31 de Julio salimos de Sondika, aeropuerto de Bilbao, a eso de las 13:00 h en vuelo de Air France hacia Charles de Gaule, pero para llegar al vuelo, a eso de las 11 h. teníamos que estar en el aeropuerto y allí estábamos todos con nuestros maletones esperando para facturar. Una vez hecho este primer paso, fraturando los equipajes hasta Japón directamente subimos al avión para llegar hasta Francia y llegamos a eso de las 15:00 aproximadamente, aunque no todos, ya que dos de nuestros compañeros de viaje llegarían, por falta de plazas, en un avión posterior a Francia. Allí les esperábamos los demás ya bastante cansados de esperar. En la imagen de la derecha se puede ver el reflejo en las cristaleras del techo de la terminal 2F del aeropuerto de Charles de Gaule (Francia) mientras estábamos todos tirados en los asientos esperando el vuelo hacia Tokio.
Nuestro siguiente vuelo salía a las 23h. (hora española) con destino Aeropuerto de Tokio, Narita. Con llegada (unas 13 horas y pico después) a eso de las 18h (hora local), es decir aproximadamente las 11 o 12 de la mañana para nosotros del día 1 de Agosto.
En este vuelo nos encontramos un avión algo diferente a lo que al menos yo conocía en cuestión de comodidades, se trataba de un Boeing 777 de Air France, la verdad, es que estaban bastante bien para ir casi 350 personas en el avión. Tenía unos 16 asientos de primera clase 4 filas de 4 asientos (una verdadera pasada, lo siento pero no tengo fotos), 64 asientos (en filas de 6 asientos) de clase bussiness que tampoco estaban nada mal y para terminar unos 250 asientos de clase turista (en filas de 10 asientos), que aquí era donde nos sentamos nosotros.
A mi ya me habían hablado de las pantallas que tiene cada uno para pasar el mal trago de las tropecientasmil horas de vuelo pero aun así me sorprendieron. Aquí tenéis unas fotitos de la pantalla y de mi persona disfrutándolo al completo. Puedes ver películas, ver series, ver dibujos, jugar a juegos chungos o ver los progresos del vuelo y por donde estas en cada momento, incluso hay una cámara para ver lo que hay bajo el avión durante el vuelo.
Bueno las pantallitas estaban bastante bien, la única pega que he encontrado a estas pantallas es que no tienen muy claro lo que es el Español, en algunas de las películas había la posibilidad de seleccionar películas en nuestro idioma, pero parece ser que el verdadero Español es latino-americano, porque me he visto varias películas (2 en la ida y 2 en la vuelta) en un Español un tanto rarito. Me alegro un montón de tener en nuestro país unos equipos de doblaje tan buenos. Además estoy un poco cansado de oír, ¡¡Apresurense!! pero que clase de palabro es es ese? Y eran táctiles pero iban un poco lentas, aunque teniendo 13 horas de viaje eso tampoco es que sea un problema muy grande.
En fin, después de todo ese largo viaje, a eso de las 18h. llegamos a Narita, donde pasamos las aduanas sin ningún problema y con alguna pequeña anécdota, como la de nuestro compañero de viaje Javier Spilbergo (versión apañola de Spieldberg), alias el chino(según mis hermanas), que desde ese día se convirtió en nipón gracias a una señorita de aduanas. Una vez pasado esto fuimos a la estación de tren donde conseguimos encontrar la oficina de canjeo del JRPass y que por cierto pillamos abierta por poco, ya que cerraban a eso de las 18:30 y canjeamos nuestros pases para viajar de manera gratuita en las líneas de Japan Railways (JR), y nos fuimos a la estación central de Tokio. Pero esa historia la contaré en mi próximo post que sino ya voy a aburrir. Espero vuestros comentarios/anécdotas/preguntas/lo que queráis.
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