Una vez llegamos al aeropuerto canjeamos nuestros pases y cogimos el tren en dirección Tokio llegamos a la estación central y nos preparamos para ir a nuestro hotel para pasar la primera noche, se trataba de un hotel cápsula que habíamos cogido en el barrio de Asakusa. Hay algo que contar antes de la llegada al hotel, estábamos buscando la dirección que teníamos que tomar para ir hasta el hotel en la estación de Tokio y sin pedir ayuda se nos acerco una chica, creemos que azafata de nuestro vuelo y nos indicó como hacerlo así que cogimos el tren y luego teníamos que cambiar al metro y nos volvió a pasar los mismo, se acerco una completa desconocida y se digno a llevarnos hasta la estación de metro donde teníamos que coger el metro, desviándose de su ruta, nos ayudó a sacarlos billetes de todos y nos indico las paradas que teníamos que pasar antes de bajarnos y bueno... pues que se puede decir de todo eso, por mi parte es para quitarse la chápela y hacer una gran reverencia.
Bueno una vez llegamos a la parada de metro de Asakusa nos pusimos a buscar el hotel cápsula, que estaba en la misma manzana en la que estaba la parada de metro, pero la verdad es que nos costó bastante encontrar la puerta, en parte porque el plano estaba poco claro y en parte porque la puerta de entrada al hotel era minúscula. Tardamos un ratito en encontrarlo pero finalmente lo encontramos y pudimos descansar tranquilos. Aquí tenemos unas fotos de nuestras habitaciones.
La verdad es que el sitio no estaba nada mal para dormir y era barato, no teníamos armarios, ni baño propio, tanto los retretes como las duchas era comunales pero para dormir y descansar era perfecto. Aquí tenéis unas fotos de los baños comunes que había en la segunda planta, al estilo japonés.
La última foto es la mini-sauna que había en el baño, que las chicas si la vieron, pero yo ni me enteré de que estaba ahí. La verdad es que fue toda una experiencia este primer baño que más tarde se completaría con otras visitas a baños públicos que ampliaron y mejoraron la experiencia. En realidad creo que el tema de los baños daría para hablar mil y un post pero por el momento lo dejamos aquí.
Después de ducharnos nos fuimos a un garito enano de udon-soba que había junto a la entrada del hotel, no tengo foto alguna ya que no bajamos la cámara, pero es uno de esos sitios típicos que te reciben a gritos de ¡¡Irasaimasen!! y se hacen los pedidos a viva voz, como sacado de un anime o un dorama. Una verdadera gozada para mi, y fue aquí donde me di cuenta de que la gente japonesa no sé si sabe disfrutar la comida, porque si yo no hago otra cosa engullir como suele decir mi madre los japoneses ni siquiera tragan, parece que directamente les pase al estómago la comida y el calor no es un problema, es para verlo y no echar gota. Después de la cena dimos un paseito por el barrio, entramos en una sala de juegos y echamos un Tekken VI y un Street Figther IV, bueno la verdad que es complicado para mi, pero el amigo Spilbergo lo disfrutó.
Después fuimos a descansar y a dormir en nuestras cápsulas, la verdad la sensación mía no fue ni de agobio ni de claustrofobia, aunque estando tan cansados como estábamos creo que no teníamos ni posibilidad de preocuparnos de esas cosas. A la mañana siguiente recogimos y nos fuimos camino de Kioto. Y en el tren comí mi primer obento, es decir, unas cajitas de comida que te vienen con un poco de todo y que son una comida completa, y el amigo Neki también compro su propio obento y aquí tenéis las fotos de nuestra comida.
Y después de un par de horas y pico de viaje en Shinkansen (otra gran experiencia) y otro viaje en metro llegamos hasta nuestro hotel en Kioto, el Costa del Sol, habitación con tatami para 3 con baño propio. Básico pero barato y suficientemente cómodo para cumplir con su función. Aunque la gente se quejó de lo fino de los futones. Yo la verdad tardaba 30 segundos en dormirme de lo cansado que estaba y no me dio tiempo a pensar en lo fino que era. Así que por mi perfecto. Además la gente del hotel nos ayudo bastante y nos dijo algunos buenos sitios para comer, comprar, bañarnos... bueno pero eso es cosa de otro post.
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