Fecha: 5 de Agosto 2008 D.C.
Localización: Kyoto, Japón.
Llevábamos ya dos días en Kyoto y alrededores y bueno teníamos por decirlo algunas pequeñas secuelas de las pechadas de los primeros días, sobre todo a causa del sol y de las largas caminatas, en forma de quemaduras cutáneas (leves) y ampollas del tamaño de la ISS y tomado en cuenta que el siguiente día íbamos a ir hasta Hiroshima pues decidimos tomarnos el día un poco a la ligera, visitando tan solo cosas que estuvieran cerca de nuestro hotel, así teniendo así la posibilidad de descansar un poco en nuestra agitada agenda.
Bueno pues empezamos las visitas del día yendo hasta el que en su tiempo fue Palacio Imperial de Kyoto, residencia del emperador y centro administrativo del país, que actualmente esta abierto al público en visitas guiadas tanto en ingles como en japonés. Nosotros fuimos pronto por la mañana y entramos a la visita guiada de las 10h. junto con muchos mas extranjeros y algún que otro japonés que los acompañaba.
El palacio era bonito a mi entender, pero el sol extremo de ese día y las pocas sombras de las que disponíamos durante la visita hicieron mella en el animo de todo el grupo e incluso incremento el problema de las quemaduras. No hay nada memorable que contar sobre lo que vimos, salvo que los jardincitos exteriores del palacio eran como ENORRRRRRRMMMMEEEESSSS y estaban llenos de pequeñas construcciones como altares y mausoleos.
Aquí os dejo algunas fotos de la visita:
Tras esta visita volvimos bastante más quemados al hotel y después de comer junto al hotel en un pequeño restaurante donde nos hicieron reverencias a tutiplé por ser extranjeros y de países lejanos (una verdadera pasada), decidimos acercarnos hasta el Higashi Hongan-ji, un templo budista enorme que te encuentras al poquito de salir de la estación de Kyoto saliendo en dirección norte. Dicen que es una de las mayores construcciones de madera del mundo y la verdad es que daba toda la impresión. Una verdadera pena que estuviera en obras y no pudiéramos tomar fotos nada mas que de algunos de sus detalles. La verdad es que estar allí sentado en el templo es una de esas cosas que parecen imposibles, en medio de una ciudad enorme y no oyes mas ruido que el de las cigarras y los pájaros. Yo me dejé la cámara en el hotel por despiste, con lo que las fotografías que vais a ver son algunas de las que tomaron mis compañeros. Muy curiosa la cuerda de pelo que tienen allí y la preciosa fuente con un dragón que tienen para purificarse.
Estas fotos fueron tomadas por Raquel.
Estas fueron tomadas por Miguel.
Y luego tras este tranquilo y relajante día decidimos hacer nuestra colada todos juntos para evitar quedarnos sin ropa para el resto de días que nos quedaban de viaje por el país. Y cuando terminó de lavarse la ropa la pusimos en la secadora y después la subimos a las habitaciones para repartirla entre todos (a cada uno lo suyo) en unas bolsas de plástico y Raquel tuvo un pequeño incidente que le dejó marcada (al menos por un momento). Al subir la ropa caliente en las bolsas de platico alguna de ellas destiño dejando sus brazos como si la hubieran pegado una paliza, casualidad que la bolsa era roja/granate y da la impresión de ser otra cosa. Aquí tenéis fotos en detalle, estas si las hice yo.
Hasta aquí llega nuestro día de descanso aunque la verdad es que no paramos ni un minuto. Y nos fuimos para la cama bastante tarde porque nos quedamos todos hablando en nuestra habitación pero creo que por hoy ya he contado suficiente. Así que hasta la próxima entrega de nuestras aventuras por Japón.
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